OBRAS SOCIALES Y
GENERALES DE LA MISION
El señor Pedro Vignette,
profesor de agricultura en la Misión Cultural, ha dejado ya
terminados los siguientes trabajos: un gallinero moderno, utilizando
los elementos existentes en la región y con la valiosa cooperación
del señor Antonio Sangri, maestro carpintero y uno de los vecinos
más caracterizados de la localidad; una conejera modelo en la que
trabajó con ardor un niño cuyo nombre lamentamos no recordar; un
palomar de magníficas condiciones y un pequeño campo de cultivo.
En estos trabajos, como
es natural comprender, recibieron su enseñanza y prestaron sus
servicios también los señores maestros.
El teatro escolar quedó
totalmente instalado en la parte relativa al escenario, faltando
solamente pequeños detalles de perfeccionamiento en la sala. Justo
es manifestar aquí, como una demostración satisfactoria y honrosa,
que los trabajos de carpintería estuvieron a cargo del señor
Antonio Sangri, quien gustosamente se prestó a realizar la obra sin
estipendio de ninguna clase. Ojalá que su ejemplo encuentre eco en
otros padres de familia, para continuar levantando la escuela al
nivel que le debe corresponder como verdadera entidad social.
Como uno de tantos trabajos realizados en la clase de técnica de la enseñanza, a cargo del profesor Sánchez, los maestros que laboran en comunidades rurales llevaron a cabo la construcción de maquetas en las que dieron forma y vida a la escuela rural, tal como debe ser, según los principios de la educación moderna. El premio que correspondió a los autores fueron cuatro lotes de libros cedidos por la Dirección de Educación Federal y formados con obras de gran utilidad para los maestros. Cada lote consta de ocho ejemplares.
El sábado 10 de los corrientes fueron rifados algunos libros entre ios escolares que más han concurrido a la biblioteca del Instituto. También fueron cedidos por la Dirección; este es el segundo sorteo. El tercero fue hecho el día 17 último.
El domingo once del actual sentáronse a la mesa de los maestros, durante la comida del medio día la señora Julia S. de Barocio, señor general Alfredo Martínez, señor licenciado Pedro Caballero, señores Audomaro Castillo. Sergio Alfaro, Antonino Sangri, Erigido Schultz y señor licenciado Rubén Castellanos, todos vecinos distinguidos de esta ciudad.
El señor Jesús C. Ortiz, profesor de pequeñas industrias en la Misión, entre otros trabajos, ha realizado los siguientes: curtiduría, conservación de frutas y Legumbres. Sus clases se han visto concurridas por numerosos caballeros que quisieron recibir la enseñanza práctica en tales materias. Es satisfactorio hacer notar los encurtidos, pikles dulces y otros productos fabricados en la clase de conservas, han sido aprovechados por la cooperativa de alimentación de los maestros.
En la clase de economía, higiene y puericultura, la señorita Judith Mangino ha impartido conocimientos y prácticas muy útiles a los maestros. Entre las últimas debe mencionarse especialmente la práctica de la vacuna, que todos los maestros han aprendido conforme a las reglas más estrictas de la higiene.
El doctor Enrique Barocio sustentó tres conferencias más ante el profesorado durante los días 8, 13 y 15, versando en ellas respectivamente la tuberculosis, la disentería y el paludismo, tema este último desarrollado por súplica especial de los maestros.
La Dirección de Educación Federal se complace en manifestar públicamente su reconocimiento al doctor Barocio por su trascendental cooperación.
("LUZ Y FUERZA CREADORA." Boletín de la Dirección de Educación Federal. Payo Obispo, Quintana Roo, a 20 de diciembre de 1927.)
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